
En un mundo que avanza a un ritmo vertiginoso, donde la tecnología y las nuevas generaciones marcan el ritmo de la vida cotidiana, hay algo que se está perdiendo poco a poco: la conexión emocional con nuestros mayores. Esta semana, un video se viralizó en redes sociales por una razón muy poderosa: nos recuerda una verdad que muchos han olvidado.
El video, de apenas cinco minutos de duración, muestra a un hombre mayor sentado solo en un banco del parque. A su alrededor, la vida transcurre a toda velocidad: jóvenes corriendo, gente mirando sus teléfonos sin levantar la vista, niños jugando sin prestarle atención. De fondo, una música suave acompaña las imágenes mientras una voz en off dice: «Todos éramos niños. Todos éramos jóvenes. Pero no todos tendremos a alguien que nos recuerde cuando envejezcamos».
Lo que sigue es una serie de escenas que representan la vida del anciano: fotos antiguas, recuerdos de su juventud, momentos con su familia, hasta llegar al presente,
Donde su soledad se hace evidente. Sin palabras, pero con una profunda carga emocional, el video logra tocar la fibra sensible. Al final, aparece en pantalla una frase simple pero contundente: Leer más abajo.
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